Por lo pronto, los primeros en beneficiarse de este golpe a la marca china, son sus grandes competidores, Samsung y Apple, que hasta el momento son quienes pueden llegar a ofrecer las mismas prestaciones, y tal vez LG.
De todos modos, el resto de marcas de gama media-baja, podrían ver crecer sus ventas para aquellos usuarios que no quieran recurrir a Samsung o Apple. Está claro que depende de las necesidades de cada uno.
Cualquier dispositivo puede reproducir videos o ejecutar juegos de todo tipo, excepto los que emplean gráficos a alta resolución. Si lo que necesita el usuario es una gran cámara, una autonomía que soporte el uso continuado y antenas que permitan una conexión impecable, tendrán sin embargo que pasar a iOS, o a Samsung en el caso de no querer renunciar a Android.
Pero ¿qué será de aquellos que acaban de adquirir dispositivos Huawei? Por lo pronto, es fácil improvisar a base de webapps en el caso de plataformas como YouTube, Facebook, banca online y diferentes juegos que cuentan con su versión en web adaptada a móviles. Lo mismo sucede con ciertas tiendas online o servicios de streaming multimedia, que en muchos casos se pueden ejecutar a través de la web sin necesidad de descargar aplicaciones. Esto puede suponer que los desarrolladores se decidan por mejorar esta opción, por si Trump, el quebrantador de sueños, se lanza por otra de las grandes marcas: será más sencillo apostar por la unificación a través de webapps que desarrollar diferentes versiones para un posible abanico más grande de sistemas operativos para smartphones.