Les comparto… hace unas semanas, mi hijo trajo un bulbo de tulipán a casa, lo plantamos juntos y me pidió que yo se lo cuidara bajo severas instrucciones.
Me dijo: – Tienes que regarlo cada ocho días «con agua fria», todos los días le tienes que poner música y platicarle.
Ya cuando se iba de la casa todavía me recalcó: – Aaahhh y no le pongas música de banda por que se estresa…!!!
Yo como mamá obediente que soy, seguí las instrucciones «al pie de la letra».
A los pocos días vi que la plantita empezó a nacer y a crecer rápidamente. Yo, contenta le tomo una foto y se la mando con un mensaje de texto diciéndole: – Tal parece que al tulipán le gustó el lugar, mi música y la historia de mi vida que le he ido contando día con día.
Inmediatamente recibí su mensaje de respuesta: – Noooo mamá por favor!!! tu vida no se la cuentes, ¿que no ves que se va a deprimir y no va a querer florecer?…!!!
( Ja!!!! — amo a mis hijos ….!!! )